Al decir del presidente João Lourenço, el ejecutivo está trabajando por ‘un verdadero cambio estructural’, ello supone, en primer lugar, reducir la elevada dependencia de las exportaciones de crudo.
Datos oficiales indican que la rama petrolera contribuye con un tercio del Producto Interno Bruto (PIB) y garantiza más del 90 por ciento de las exportaciones del país.
La transformación de una economía petrolífera dirigida por el Estado hacia un modelo de crecimiento encabezado por el sector privado ‘es un proceso complejo y de largo plazo y el sector petrolífero continuará desempeñando un papel importante durante este período de transición’, juzgó un estudio del Banco Mundial.
En el foro virtual ‘África Debate 2020’, el mandatario angoleño destacó la implementación de reformas con vistas a mejorar el entorno empresarial y convertir la iniciativa privada en un motor del crecimiento económico nacional.
Las reformas en curso, alegó, se sustentan en dos pilares fundamentales: la construcción de un Estado de derecho para generar confianza en los inversionistas nacionales y extranjeros, y la consolidación de la economía de mercado.
A juicio del gobernante, entre los cambios sobresalen la transformación de la política cambiaria y las modificaciones en la esfera tributaria, unidas a un proceso de consolidación fiscal que permitió aminorar el endeudamiento público.
En ese contexto, el Programa de Apoyo a la Producción, Diversificación de Exportaciones y Sustitución de Importaciones (Prodesi) constituye, a los ojos del dignatario, una de las principales iniciativas para mejorar la dinámica económica nacional.
Aprobado en julio de 2018, el Prodesi respalda la producción de alimentos, actividades de agroindustria, minería, pesca, confecciones textiles, vestuarios y calzado, construcción y obras públicas, inversiones en tecnologías de información y telecomunicaciones, salud, turismo y recreación, entre otras esferas.
También fueron puestas en vigor medidas tributarias para beneficiar a los empresarios que invierten en Angola, ello contempla la reducción del impuesto industrial del 30 al 25 por ciento y una rebaja similar para el sector agrícola y afines, del 15 al 10 por ciento.
En opinión de las autoridades, durante el año progresaron distintos emprendimientos de entidades privadas nacionales y extranjeras, entre ellas la reactivación de industrias, construidas con dinero público, que estuvieron paralizadas durante años por mala gestión.
Como el resto del mundo, esta nación africana afrontó en 2020 el embate de la Covid-19, signado por la contracción de las producciones de bienes y servicios y, por ende, el mercado laboral.
Según evaluaciones del Banco Mundial, la crisis económica aplazó aquí la implementación de importantes proyectos, con influencia directa en la vida de la población, que enfrenta desempleo, insuficientes estructuras sanitarias, educacionales y habitacionales, así como la drástica disminución de su poder de compra.
No obstante, las políticas estatales de estímulo al sector empresarial ayudaron al surgimiento de nuevas unidades de producción industrial en sustitución de importaciones, lo que resulta ‘bastante alentador’, opinó Lourenço en su condición de líder del partido Movimiento Popular de Liberación de Angola (MPLA).
El esfuerzo del ejecutivo y el sector empresarial privado para mantener y crear puestos de trabajo ‘es visible para todos, pero el pleno empleo, estimó, no se logra en tiempos de crisis económica y profunda pandemia mundial’.
A inicios de diciembre, en un debate de Naciones Unidas, el jefe de Estado informó que el país gastó recursos propios por 164,6 millones de dólares para responder a la Covid-19, lo que incluye un financiamiento de emergencia del Banco Mundial por 14,4 millones.
Pese a las dificultades, en los últimos meses crecieron las aulas escolares, las instalaciones hospitalarias bien equipadas, las unidades habitacionales y las entidades industriales, sopesó.
En opinión del ministro de Estado para la Coordinación Económica, Manuel Nunes Júnior, las medidas de consolidación fiscal aplicadas por el ejecutivo ayudaron a mantener la sostenibilidad de la deuda pública en las condiciones de crisis económica, agravada por la Covid-19.
Ello remarca la trascendencia de retomar el crecimiento del PIB, con énfasis en el sector no petrolero, especialmente en la agricultura y la industria, para reducir las necesidades de endeudamiento, subrayó. La titular de Finanzas, Vera Daves, aseveró que Angola sigue comprometida con la amortización de la deuda de capital e intereses contraída con acreedores nacionales y extranjeros.
Inevitablemente el país seguirá endeudándose, pero es preciso aliviar la situación mediante el incremento de los ingresos tributarios y la negociación de créditos externos con bajas tasas de interés y largo plazo de amortización, manifestó.
Para el titular de Economía y Planificación, Sérgio dos Santos, una de las iniciativas con resultados alentadores es el Programa de Apoyo al Crédito a fin de proporcionar capital de trabajo a productores nacionales en 52 renglones respaldados por el Prodesi, pese a las limitaciones impuestas por la Covid-19.
Reportes del Instituto Nacional de Estadística dan cuenta del esfuerzo institucional para evitar un agravamiento descontrolado de la contingencia económico-financiera, cuando al menos cuatro de cada 10 angoleños viven por debajo de la línea de pobreza.
UN FENÓMENO DE LARGA DATA
Tampoco debe pasar por alto que la dilapidación del erario público en años recientes provocó al Estado angoleño pérdidas por unos 24 mil millones de dólares, confirmó el presidente Lourenço, en entrevista concedida al diario estadounidense Wall Street Journal.
El perjuicio estimado tiene sustento en los procesos de investigación patrimonial por parte del Servicio de Recuperación de Activos de la Procuraduría General de la República, explicó.
De acuerdo con Lourenço, 13 mil 515 millones fueron sustraídos ilegalmente a través de contratos fraudulentos con la empresa petrolera Sonangol, cinco mil millones mediante las entidades Sodiam y Endiama de la rama diamantífera y los cinco mil millones restantes por intermedio de otros sectores y empresas públicas.
El monto recuperado sobrepasa los cuatro mil 230 millones de dólares a partir del arresto o embargo de bienes muebles e inmuebles dentro del territorio nacional, señaló.
Entre los recursos incautados mencionó fábricas, supermercados, edificios, construcciones residenciales, hoteles, participaciones en instituciones financieras y en varias empresas rentables, material eléctrico y otros activos.
El presidente también reveló que el Servicio Nacional de Recuperación de Activos solicitó a sus contrapartes en el exterior la incautación bienes y dinero por valor de cinco mil 434 millones 100 mil dólares.
Concretamente las peticiones fueron hechas a Suiza, Países Bajos, Portugal, Luxemburgo, Chipre, Mónaco y Reino Unido, ‘una lista, dijo, que tiende a ampliarse’, precisó el gobernante.
El Estado, agregó, recuperó en efectivo dos mil 709 millones siete mil 842 dólares con 82 centavos y más de dos mil millones en inmuebles, fábricas, terminales portuarias, estaciones de televisión y radio, en Angola, Portugal y Brasil.
Conforme a la lógica del ejecutivo y el gobernante partido MPLA, la apuesta por diversificar la economía nacional y el combate sin tregua a la corrupción y la impunidad, deben asegurar ostensibles mejorías socioeconómicas para Angola en los próximos años.
arb/mjm
*Corresponsal de Prensa Latina en Angola