En el programa televisivo Mesa Redonda, periodistas y analistas refirieron que los recientes acontecimientos en La Habana, a partir de que un pequeño grupo de personas en la barriada de San Isidro protagonizaron una provocación política, son parte de esas acciones.
La vicepresidenta primera de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), Rosa Miriam Elizalde, destacó que actualmente se aplica una guerra híbrida contra la nación caribeña, que combina la presión económica, financiera y simbólica, y cuyo elemento articulador y fundamental es el mediático.
El editor y analista Iroel Sánchez significó que para poner en marcha esas acciones fue necesario deshacerse de las desacreditadas figuras de la contrarrevolución tradicional y enfocarse fundamentalmente en los jóvenes.
En particular centraron la mirada en personas vinculadas al mundo cultural, profesores universitarios, académicos, juristas y líderes juveniles, quienes pudieran ejercer influencia en su entorno.
El incremento de la conectividad y el crecimiento de las líneas con datos móviles hicieron que la estrategia tomara como escenario principal las redes sociales y un conjunto de medios creados para servir a sus intereses, apuntó Javier Gómez, especialista en medios de comunicación.
El papel de esos espacios no es solo distorsionar la realidad cubana, sino crear una imagen de comunicación alternativa a los medios públicos de la nación caribeña, e incluso a los medios más agresivos contra esta, pero siempre desde posiciones contrarias al sistema social cubano, comentó.
El trabajo de estas plataformas, añadió Elizalde, está centrado en zonas específicas de la población y en historias muy locales, de factura prácticamente artesanal, a las cuales se les da sentido para generar una especie de neurosis social en las redes.
Se ha diseñado una ‘máquina de terror’, precisó Sánchez, quien detalló que a través de las redes sociales se desatan ataques a artistas, periodistas y otras figuras públicas que defienden la institucionalidad y la Revolución.
Al mismo tiempo, se emplea una ‘máquina de seducción’, que constantemente habla de falta de libertades en Cuba, represión y censura, para sembrar esa matriz de opinión, agregó.
Se trata de un guion ya empleado en otros países, refirió Jorge Legañoa, vicepresidente de la UPEC, quien recordó lo ocurrido con las guarimbas en Venezuela, mientras en el espacio televisivo se proyectaron varios materiales relacionados con la aplicación de este diseño en los países del antiguo campo socialista.
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