De acuerdo con el jefe del Servicio Federal de Seguridad ruso, Alexander Bortnikov, en este año fue posible impedir la realización de 61 crímenes terroristas, incluidos 41 atentados.
Además, las fuerzas de seguridad requisaron 600 armas de fuego, 134 bombas caseras, más de 100 mil municiones, tres mil minas, granadas y otros proyectiles, señaló el funcionario ruso.
En operaciones conjuntas de las fuerzas de seguridad, la policía y el ministerio del Interior fueron eliminados 50 talleres ilegales de producción de armamentos y de transformación de armas de balas de goma en reales.
Además, la profiláctica del terrorismo estuvo entre las prioridades del orden público ruso, acorde con un programa en ese sentido aprobado para el periodo 2019-2023, señaló Bortnikov en una reunión del estado mayor de seguridad y contra el terrorismo de este país.
En ese sentido, destaca el trabajo de la sociedad civil, en especial, de organizaciones de jóvenes que efectuaron 210 mil acciones de profiláctica en el ambiente juvenil, con un alcance de unos 12 millones de personas, destacó el NAK.
Las agrupaciones juveniles también estuvieron involucradas en 86 mil actividades profilácticas entre jóvenes estudiantes y migrantes laborales de países de Asia Central, señaló la televisión capitalina.
Además, las fuerzas de seguridad impidieron el ingreso al país de 149 extranjeros relacionados con actos terroristas y extremismo, eliminaron 55 células clandestinas del terrorismo internacional y obstaculizaron el ingreso de 66 mil 500 materiales de propaganda terrorista.
El NAK se refirió a la suspensión del trabajo de 110 extranjeros, encargados de la divulgación de ideas extremistas en internet.
Además, las autoridades rusas confiscaron activos bancarios de mil 200 personas por valor de 57 millones de rublos (unos 900 mil dólares), relacionadas con el terrorismo.
La seguridad rusa también garantizó la protección de instalaciones energéticas y de transporte como en el caso del puente de Crimea.
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