El ministro de Migración heleno, Notis Mitarakis, condenó lo que calificó de ayuda turca a traficantes de personas y a algunas Organizaciones no Gubernamentales (ONG) para facilitar el traslado de migrantes hacia el viejo continente.
Entre dos mil y tres mil africanos esperan hoy en algún punto de la costa occidental de Turquía para embarcarse hacia Grecia, afirmó Mitarakis en rueda de prensa, en la que agregó que en noviembre arribaron a la isla de Lesbos 214 indocumentados procedentes de Somalia.
Tales hechos cuentan con el consentimiento de Ankara que cuando menos aparenta desconocimiento sobre el hecho, pese a que para llegar a Europa los indocumentados pasan por Estambul, ciudad occidental turca, añadió.
Una vez allí bandas de traficantes los trasladan en camiones hasta la costa, continuó Mitarakis, quien mostró varias grabaciones con testimonios de africanos, sin aclarar dónde y en qué circunstancias se produjeron, según refleja la prensa local.
El ministro acusó al gobierno de presidente Recep Tayyip Erdogan de violar el acuerdo migratorio firmado con la UE en 2016 que entre otras medidas prohíbe el cruce ilegal de migrantes hacia su país.
Pero Grecia es hoy motivo de críticas desde organizaciones internacionales por prácticas similares, las devoluciones ilegales de botes con migrantes hacia Turquía, algo que Mitarakis niega.
De su lado el ministro de Asuntos Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, ratificó a la prensa en su país la intensión de desarrollar buenas relaciones con la UE y expresó su voluntad de reposicionar los contactos con el bloque regional.
La víspera Erdogan pidió a través de un mensaje una ‘fórmula en la que todos ganen’, en alusión al diferendo con la nación helena.
En esa misma jornada el ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, Heiko Maas, reconoció el fracaso de su país, al frente del mecanismo integracionista, en el empeño de distender las tensiones con la nación euroasiática y añadió desde ahora se hablará de consecuencias.
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