En su conferencia de prensa matutina en el Palacio Nacional respondió de esa forma ante una pregunta de la confirmación pública de una alianza electoral entre los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN), teóricamente antípodas, aunque solo en la letra, aclaró.
Dijo que ahora se unieron públicamente para imponer el regreso al modelo neoliberal, burocrático y corrupto, que imperó bajo sus respectivos gobiernos, y se quitan así las máscaras y sin escrúpulos morales pues en realidad esa alianza funciona desde la época del expresidente Carlos Salinas de Gortari.
Ahora que se lleva a cabo una transformación de la vida social del país no aguantaron, los dominó el ansia y deciden quitarse las máscaras. De todas formas es un hecho histórico porque la unión es ya oficial, antes se daba solo de facto la alianza, explicó el mandatario.
No aguantaron la batalla contra la corrupción que ha permitido recuperar 750 mil millones de pesos (36 mil millones de dólares), que ellos antes se repartían entre sí y dilapidaron.
Consideró la oficialización de esa alianza como un hecho interesante para los estudiosos de las ciencias políticas y de la formación de los partidos políticos, pues no se imaginaban esa afinidad entre un partido revolucionario y uno reaccionario surgido en 1939 para oponerse a la nacionalización del petróleo.
La IV Transformación, dijo, acabó con la simulación porque los cambios los tienen muy molestos, los lleva a quitarse las máscaras y admitir que ambos son lo mismo, y buscan con esa alianza lograr una mayoría en Diputados para controlar el dinero y repartirlo según sus intereses. Desde ahora, advirtió, están convirtiendo las elecciones intermedias del 6 de junio en un referendo contra el gobierno, sobre si se quiere o no seguir con la transformación.
En otra parte de su conferencia, el mandatario presentó varios cambios en su gobierno, los principales una nueva jefa de los puertos que pasan a ser administrados por la Marina, un enroque en la Secretaría de Economía cuya titular para a ser miembro del Instituto Nacional de Geografía y Estadísticas (Inegi).
Esa institución, que maneja datos oficiales de la economía nacional, es criticada por López Obrador, cuyos datos no coinciden con los del gobierno, y reveló que ante la renovación de mandatos el año próximo, decidió mantener en su directiva a una representante de su gobierno.
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