El día en que se registraron 946 casos positivos, la peor cifra desde el inicio de la pandemia aquí nueve meses atrás, el presidente del país, Luis Lacalle Pou, ofreció una conferencia de prensa en la que, lejos de anunciar un refuerzo de medidas, mantuvo las mismas limitadas que dispuso el 16 de diciembre.
Pese a que desde esa fecha acaecieron más decesos proporcionales y por lo menos un 10 por ciento de infectados, el mandatario extendió por 20 días más el cierre de fronteras al turismo y la vigencia de una ley para intervenir en aglomeraciones que amenacen la salud.
En señal contradictoria autorizó a bares y restaurantes a permanecer abiertos dos horas después de la medianoche y restablecer espectáculos públicos con ‘aforos mínimos’.
Pero el presidente del sindicato médico de Uruguay, Gustavo Grecco, abogó por un mensaje gubernamental más contundente para frenar la Covid-19, dado el creciente número de enfermos, que saturarán los servicios de cuidados intensivos, donde muchos puestos de trabajos especializados se mantienen sin cubrir, generando tensiones.
El último comunicado del Sistema Nacional de Emergencia reveló que de los más de seis mil pacientes activos, 230 corresponden a personal de salud.
De su parte el presidente del Colegio Médico de Uruguay, Blauco Rodríguez, sugirió mantener las fronteras del país cerradas hasta tener un plan de vacunación contra la Covid-19.
A pedido de la bancada parlamentaria del Frente Amplio, compareció el ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, durante una polémica sesión de cerca de siete horas en Comisión senatorial especializada a puerta cerrada para que explicara la estrategia de combate a la pandemia y en especial la compra de vacunas .
Portavoces oficialistas indicaron al respecto que el Grupo Asesor Científico Honorario (GACH) presentó 13 opciones al Poder Ejecutivo que después las redujo a cinco fórmulas de laboratorios.
En la semana el primer mandatario dejó inciertas las expectativas de los uruguayos de disponer de un plan de inmunización al declarar que se hacen negociaciones secretas con algunas farmacéuticas, sin precisar fecha de término, y según sus propias palabras ‘Uruguay trata de colarse entre los grandes’.
Desde el Frente Amplio se criticó la pérdida de valioso tiempo para gestionar con abastecedores alternativos y el gobierno confió en el esquema Covax de la Organización Mundial de la Salud que es un pool internacional en el que previsiblemente los países ricos van delante.
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