En un cable enviado al jefe de la diplomacia de la nación norteña, Mike Pompeo, señalan la responsabilidad del gobernante republicano de fomentar los disturbios del miércoles en el Congreso, en un intento por evitar que se certificaran los resultados de las elecciones presidenciales, que ganó el demócrata Joe Biden.
Divulgado por el diario The Washington Post, el cable de cuatro puntos pide al Departamento de Estado que denuncie explícitamente a Trump en la línea de otras declaraciones emitidas contra líderes extranjeros que emplean la violencia y la intimidación para reprimir procesos democráticos pacíficos.
‘La incitación a la violencia del presidente Trump contra la certificación de elecciones libres y justas en los Estados Unidos es inaceptable e incompatible con nuestras leyes, los valores democráticos y las libertades fundamentales’, apunta el texto, conocido como cable de disidencia.
Igualmente, los diplomáticos insistieron en que la comunicación a Gobiernos extranjeros sobre los eventos del miércoles en Washington debería omitir cualquier comentario del mandatario saliente, pues calificaron su voz de ilegítima.
A su entender, no debería incluirse ninguna cita de Trump sobre el episodio, ‘ya que la suya no es una voz creíble en este asunto’, reporta The Hill.
El llamado cable de disidencia es una medida extraordinaria a disposición de los diplomáticos estadounidenses para plantear serias preocupaciones de inmediato a altos funcionarios del Departamento de Estado contra acciones sustantivas de política exterior, sin temor a represalias.
Si bien el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, denunció los hechos violentos en el Capitolio y pidió que se procese a quienes irrumpieron en el edificio, no hizo ninguna mención a Trump, quien ha sido ampliamente condenado por su responsabilidad de incitar el ataque.
Analistas indican que el pasado 6 de enero, Estados Unidos fue testigo de un esfuerzo sin precedentes por parte de seguidores de Trump para subvertir violentamente el orden democrático.
Esta es la primera invasión registrada en el Capitolio desde 1814, cuando el edificio fue asaltado por los británicos en agosto de ese año, durante la conocido como Guerra de 1812.
De acuerdo con reportes locales de prensa, al menos cinco personas murieron en medio del caos desatado en el Capitolio, entre ellos, un oficial de policía.
Pese al fatal desenlace, a las imágenes difundidas en redes sociales que mostraron peleas entre partidarios de Trump y la policía, y a los hechos de vandalismo contra oficinas de legisladores estadounidenses, el gobernante republicano no ha condenado tales hechos.
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