En ese sentido se pronunció Motjaba Zonnour, presidente de la Comisión de Política Exterior y Seguridad Nacional del Parlamento iraní, y enfatizó en que las armas atómicas no tienen cabida en este país.
‘Nuestros principios doctrinales no permiten armas de destrucción masiva, y la fatwa (decreto legal islámico) emitida por el líder supremo iraní, Ali Jamenei, define una filosofía alejada de esa línea’, dijo.
Zonnour reiteró que el país no busca ni buscará armamento de tal tipo ni tampoco abandonar el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares.
Empero, agregó, suspenderá el próximo domingo sus compromisos con el Plan Integral de Acción Conjunta (Piac) o acuerdo nuclear, en caso de que los otros signatarios continúen sin cumplir con lo sellado.
‘Si no se observa cambio alguno en el comportamiento de las otras partes, apuntó, la república islámica dará por terminado lo convenido con la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA)’, advirtió.
El Parlamento iraní aprobó una resolución, en la cual dio plazo hasta el día 21 de febrero para que los otros firmantes retornen al Piac original.
Se suponía que con el acuerdo habría un levantamiento de las medidas punitivas contra Teherán, añadió, pero si esa política sigue en vigor, cancelaremos la cooperación con el OIEA, adelantó.
La anuencia nuclear vio la luz en 2015, firmada por Irán y los cinco países permanentes del Consejo de Seguridad (Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Rusia y China) más Alemania.
Ese tratado impuso una reducción al programa pacífico iraní que a cambio recibiría alivio de sanciones de la ONU.
A instancias del expresidente norteamericano Donald Trump, Washington abandonó el pacto y reimpuso medidas coercitivas al país de los persas.
Este último esperó un año por una reacción de los signatarios europeos, que nunca llegó, y a partir de ese momento comenzó a recortar sus obligaciones nucleares.
Sin embargo, las autoridades aseguran que revertirán esas medidas si las otras partes vuelven a lo establecido en el acuerdo.
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