Los primeros inoculados fueron el presidente del parlamento, Ivica Dacic; el ministro del Interior, Aleksandar Vulin; el secretario de Estado en el Ministerio de Salud, Mirsad Djerlek, y a continuación personalidades científicas.

En declaraciones a los medios de prensa locales, Dacic calificó de importante que funcionarios se vacunen porque contribuyen a crear confianza en la población sobre este proceso.
En ello no hay razones políticas, solo deseamos participar en la protección de la salud pública porque la confianza de los ciudadanos en el programa de vacunación fue víctima de diversas teorías conspirativas, remarcó el también líder del Partido Socialista.
En tanto Vulin, quien preside el partido Movimiento de los Socialistas, resaltó que ni un instante dudó de la autenticidad de las vacunas porque, así como cree firmemente en la redondez de la Tierra, confía en que son buenas y todos deben inmunizarse.

Dijo que Serbia es uno de los pocos países en el mundo donde se puede emplear la de todos los productores mundiales y, además, completamente gratis.
Subrayó que prefirió la de Rusia, porque cree en la medicina de ese país y de esa forma cumple también un pequeño deseo personal.
El funcionario respondió que es inhumano condicionar a las personas a recibir determinada medicina por cuestiones monetarias o políticas, al preguntársele sobre eventuales presiones a Serbia para que prefiera las vacunas occidentales y rumores de posible prohibición de viajar a ciertos países a quienes no recibieron la Pfizer- BioNTech.
Djerlek, por su parte, expresó su agradecimiento al Estado por el esfuerzo realizado en el fortalecimiento del sistema de salud y la enorme suma de dinero dedicada a adquirir las vacunas como muestra de la preocupación y dedicación por la vida de cada ciudadano.
Consideró fundamental que las adquiridas hasta ahora son seguras y el objetivo es fortalecer la inmunidad del organismo porque solo por esa vía se se alcanza la protección colectiva y la derrota de la Covid-19.
El primer lote de Sputnik V se recibió Serbia el 30 de diciembre y dos días después se certificó por las autoridades sanitarias su aplicación, proceso que se inició hoy.
Antes, el 22 de marzo, llegó una partida de la producida por los laboratorios Pfizer y BioNTech, que comenzó a aplicarse en hogares de ancianos dos días después, y las primeras personas en recibirla fueron la jefa del Gobierno, Ana Brnabic, y los epidemiólogos Darija Kisic Tepavcevic y Predrag Kon.
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