Después de una noche decepcionante en Georgia, los republicanos se preparan para un día caótico en el Capitolio, donde miembros de esa agrupación en la Cámara de Representantes y alrededor de una docena de senadores de esa tendencia disputarán en el Colegio Electoral la victoria de Biden.
Entendidos en el problema estiman que no hay ninguna posibilidad de que el Congreso anule el resultado de la elección, pero Trump presiona a los legisladores republicanos para que luchen contra los resultados e investiguen hasta el final sus acusaciones de presunto fraude.
La de este miércoles es una de las últimas formalidades antes de que el presidente electo Biden asuma el cargo el 20 de enero.
Según el diario The Hill, especializado en temas del Legislativo, los procedimientos normalmente rutinarios prometen ser un asunto tenso esta vez ya que docenas de legisladores republicanos pretenden impugnar los resultados de las elecciones.
El Colegio Electoral votó el 14 de diciembre 306 a 232 votos para elegir a Biden como el 46 presidente del país, pero el Congreso necesita oficializar ese conteo antes de que pueda prestar juramento el día de la inauguración.
Los que siguen los procesos electorales en el país aseguran que nunca en la historia de la nación ambas cámaras del Congreso votaron para invalidar una elección, o incluso los votos electorales de un estado individual, algo por lo que presiona Trump abiertamente y sin presentar argumentos que sustenten sus teorías de fraude.
No obstante, se espera que sea un día dramático ya que es la última oportunidad del actual gobernante de intentar anular los resultados de la elección de 2020.
Las objeciones a los votos electorales de cada estado deben ser debatidas y votadas de una en una luego que sean presentadas por el vicepresidente Mike Pence, quien encabeza el evento en su condición de presidente del Congreso.
Dadas las presiones de la Casa Blanca se espera que el proceso pueda demorar horas y se extienda hasta la noche, mientras pueden ocurrir protestas de seguidores del mandatario como el grupo extremista Proud Boys, cuyos miembros amenazan con actos de violencia.
Según estimados, este proceso de impugnación no debe tener éxito dado que los demócratas controlan la Cámara, y con un número sustancial de republicanos del Senado diciendo que se opondrán a las objeciones que ven como una violación inconstitucional de los derechos de los estados, el esfuerzo está condenado a fracasar.
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