Las declaraciones del gobernante tuvieron lugar en el Salón Este de la Casa Blanca, y fueron televisadas para una sesión virtual de la Conferencia de Seguridad de Munich, Alemania.
Prometió además su apoyo a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), advirtió que ‘el progreso democrático está bajo ataque en Estados Unidos y Europa, y señaló que ‘no podemos ni debemos volver a la oposición mutua y los bloques rígidos de la Guerra Fría, pues la competencia no debe bloquear la cooperación en temas que nos afectan a todos’.
Al reafirmar su compromiso con los socios europeos, Biden marcó una ruptura con las posiciones del expresidente Donald Trump, quien a menudo despreció a las organizaciones multilaterales y criticó las alianzas, lo que provocó fricciones con Europa.
‘Estoy enviando un mensaje claro al mundo, Estados Unidos volvió, la alianza transatlántica está de regreso y no miramos hacia atrás, esperamos juntos’, dijo Biden.
Estamos en un punto de inflexión entre quienes argumentan que la autocracia es el mejor camino a seguir, dados todos los problemas que enfrentamos, desde la cuarta revolución industrial hasta una pandemia global, acotó.
Otros entienden el carácter esencial de la democracia para hacer frente a esos retos tan difíciles, señaló Biden, un participante habitual en la Conferencia de Seguridad de Munich a lo largo de los años.
El gobernante demócrata pronunció el discurso después de reunirse en privado con los líderes de las naciones del Grupo de los Siete (G7) en una conferencia virtual organizada por el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson.
Especialistas señalan que sus comentarios tenían como objetivo tranquilizar a los aliados europeos después de cuatro años de políticas polémicas bajo Trump, cuyo nombre no mencionó durante el discurso.
Los comentarios de Biden se produjeron casi dos meses después del asalto del 6 de enero al Capitolio de Estados Unidos por una multitud de partidarios de Trump, lo que motivó el juicio político contra el exgobernante republicano, quien fue absuelto por el Senado el 13 de febrero pasado.
Durante su intervención, Biden reiteró acusaciones mencionadas por otros miembros de su administración en relación con una supuesta postura intervencionista de Rusia y China en los asuntos europeos, alegaciones que de manera reiterada fueron rechazadas por altos funcionarios de Moscú y Beijing por considerarlas sin basamento en la realidad.
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