En declaraciones a Press TV, Zarif indicó que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, rechazó de palabra la política de su antecesor Donald Trump, pero en la práctica todo sigue igual.
Washington abandonó el acuerdo nuclear o Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC), en mayo de 2018, y desató la llamada campaña de máxima presión contra Irán para obligarlo a negociar otro acuerdo, dijo.
La República Islámica resistió esa presión y amenazas, añadió, y respondió con máxima resistencia a la política de Trump y su equipo.
Biden manifestó voluntad de un regreso norteamericano al pacto multilateral, pero exige cambios primero a Teherán para considerar el levantamiento de medidas punitivas antiiraníes.
Irán insiste en que Estados Unidos violó obligaciones del pacto y debe dar ese primer paso y eliminar las prohibiciones de una manera en que sea verificable.
Zarif, por otro lado, apuntó que Washington no ganó influencia alguna contra la República Islámica, la cual, por el contrario, halló vías para diversificar su economía y apartarse de la dependencia petrolífera.
El diplomático recordó que el capítulo 36 del PIAC da derecho a Irán para adoptar medidas correctivas en caso de que los otros signatarios incumplan con los compromisos sellados en el convenio multilateral.
También se refirió al doble rasero de Occidente para el sector nuclear, en tanto que obvia cualquier declaración sobre el régimen de Israel, el único con una fábrica de bombas atómicas en Medio Oriente.
Por lo tanto, si bien evitan pronunciarse sobre las actividades no convencionales de Tel Aviv, cualquier conversación sobre la preocupación por el programa pacífico de energía nuclear de Irán es ‘una tontería’, puntualizó.
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