Tras las elecciones parlamentarias del pasado 6 de diciembre de 2020, convocadas por el Consejo Nacional Electoral (CNE), esa fuerza arrasó con cuatro millones 277 mil 926 votos, con lo cual se aseguraron 257 de los 277 escaños, para un respaldo del 91,3 por ciento.
Asimismo, de los 48 escaños por adjudicación nacional, 37 los conquistó la alianza de las fuerzas revolucionarias.
La víspera durante un encuentro con los diputados de ese bloque, el presidente Nicolás Maduro, señaló la necesidad de que el nuevo Parlamento ponga énfasis en el diálogo político, la reconciliación, la convivencia y la inclusión en la economía del país, así como en la función contralora del ente legislativo.
En la reunión, el GPP presentó además su propuesta para la dirección de la AN, la cual contempla al exministro de Comunicaciones y jefe del Comando de Campaña electoral, Jorge Rodríguez, como presidente del ente legislativo, iniciativa que deberá ser aprobada por los diputados.
Además de Rodríguez, se presentó a la exministra de Servicio Penitenciario Iris Varela, como primera Vicepresidenta y los restantes cargos, en tanto, el mandatario en su función de presidente del Partido Socialista Unido de Venezuela designó a Diosdado Cabello como el jefe de la fracción parlamentaria del Bloque de la Patria.
‘Todos tenemos un gran compromiso, esto no es solo para la directiva, es un trabajo de todos los diputados que aquí nos encontramos, lo peor que podemos hacer es que le demos la espalda al pueblo, debemos mantenernos al lado del pueblo’, resaltó el dirigente partidista.
Rodríguez, también compartió algunas palabras, y recordó a los diputados que tienen ‘una gran responsabilidad otorgada por el pueblo el pasado 6 de diciembre; el pueblo nos dijo que debemos rescatar ese poder que ha sido tan agredido durante estos últimos cinco años’.
Para los venezolanos, la nueva Asamblea representa el retorno a la institucionalización del Poder Legislativo el cual estuvo durante cinco años, bajo desacato por desconocer los restantes poderes del Estado.
Marca además una nueva etapa para la nación que durante un quinquenio, fue testigo de turbias negociaciones, escándalos de corrupción, entreguismo de sus diputados a Estados Unidos y otras tantas acciones que sumieron al Parlamento en el caos y el desprestigio.
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