El Ministerio de Asuntos Exteriores llamó a consultas al embajador búlgaro en este país, Atanas Kristin, para informar sobre la declaración de persona non grata del ayudante del agregado militar Mitko Borisov, en respuesta a una reciente acción de Bulgaria en ese sentido.
La referida dependencia dio 72 horas al funcionario de la misión diplomática para abandonar el país. Ello es la respuesta simétrica de la Cancillería, después que Sofía anunció el pasado día 19 la salida forzada del agregado ruso del Ejército, la Fuerza Aérea y la Armada.
En su momento el diputado Leonid Slutsky estimó que Bulgaria, con acusaciones de espionaje sin prueba alguna, expulsó a diplomáticos de su país y con ello aumentó la histeria de rusofobia en Occidente.
Para el presidente del Comité de Relaciones Internacionales de la Duma (cámara baja), no se trataba de la primera vez que Sofía declaraba a un diplomático ruso como persona non grata, al acusarlo de espionaje, y afirmó que tales pasos tendrían su debida respuesta.
En esta ocasión, las acusaciones están relacionadas con el supuesto interés del expulsado de conocer la cifra del personal de la Organización del Tratado del Atlántico Norte involucrada en maniobras militares, destacó el parlamentario.
Sin dudas, el interés ahora consiste en mantener vigente el mito de la agresión y la amenaza rusa, subrayó Slutsky, quien afirmó que la campaña mediática sobre la existencia de espías es acompañada con la expulsión de los diplomáticos nacionales de varios estados europeos.
Además, con ello se busca desacreditar a Rusia, afirmó el diputado, citado por la televisión capitalina.
Desde Sofía, el gobierno búlgaro declaró persona non grata al agregado militar de la embajada rusa en esa capital.
La expulsión injustificada del representante del ministerio de Defensa en Bulgaria para nada contribuye al desarrollo del diálogo entre ambos países en la esfera militar y tampoco ayuda al refuerzo de la estabilidad en la región del mar Negro, destaca una nota de la embajada rusa.
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