El vocero de la cancillería, Saeed Khatibzadeh, advirtió sobre medidas y movimientos adoptados por Washington para desestabilizar a la nación de los persas.
Khatibzadeh repitió un llamamiento de Teherán para que las naciones en su entorno eviten seguir la agresividad norteamericana, aunque nunca, enfatizó, renunciará a su legítima defensa.
Las autoridades iraníes, expresó, condenan cualquier tipo de ataque a misiones diplomáticas y residenciales como ocurre a menudo en la vecina Iraq.
Ese comentario aludía a declaraciones del jefe de la mayor bancada parlamentaria iraquí, Muqtada al-Sadr, quien declaró que Irán no debería usar al país árabe como campo de batalla para sus conflictos con Estados Unidos.
El vocero recordó críticas a la Unión Europea del canciller iraní, Mohammad Yavad Zarif, respecto al Plan Integral de Acción Conjunta (Jcpoa, siglas en inglés) o acuerdo nuclear por hacerle el juego a Estados Unidos.
Tal posición europea es evidente en el volumen del comercio de Irán con los europeos que se mide en momentos antes, durante y después del Jcpoa, y más tarde por su incumplimiento de lo estipulado.
Teherán selló en 2015 un pacto con el grupo 5+1 (Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Rusia y China más Alemania) mediante el cual redujo su programa pacífico nuclear, a cambio de alivio en sanciones de la ONU. Al salirse Washington de esa anuencia, retomó medidas punitivas contra la República islámica que la Unión Europea debía contrarrestar, pero no lo hizo.
En respuesta al incumplimiento de la triada del viejo continente, Irán recortó sus compromisos nucleares, pese a lo cual, dijo Khatbzadeh, su país revertirá esas decisiones, si el resto de los signatarios vuelve al tratado original.
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