Confirmamos una creciente inestabilidad en la región de Ain-Issa, comentó el jefe del referido centro, almirante Viacheslav Sitnik, citado por la televisión local.
En conversaciones efectuadas con anterioridad con la parte turca, se llegó a un acuerdo para el despliegue de fuerzas conjuntas ruso-sirias en varios puntos de control, informó Sitnik.
Moscú llamó a las partes enfrentadas a poner fin a la escalada bélica en la zona, destacó el mencionado centro ruso, encargado, además, del desminado de localidades sirias y de la distribución de ayuda humanitaria entre los refugiados y desplazados de la nación mesoriental.
Rusia detectó 21 tiroteos, es decir, violaciones del régimen del cese de hostilidades vigente en la zona de distensión de la provincia de Idleb, la cual está bajo responsabilidad de Turquía, según un acuerdo alcanzado en su momento por Moscú, Teherán y Ankara.
La mayoría de las violaciones de la tregua la cometió la agrupación terrorista Jeibjat an Nusra, incluidas dos en la zona de Alepo, nueve en la de Idleb, cinco en la de Latakia e igual número en la provincia de Hama.
Idleb constituye en estos momentos el principal punto de concentración de grupos extremistas en Siria, y desde el año pasado, Rusia y Turquía pactaron el patrullaje conjunto de esa región, incluida la instalación de puntos de vigilancia en una autopista que une a esa provincia con Alepo.
Rusia envió su aviación de combate a Siria, en septiembre de 2016, tras una petición en ese sentido del gobierno de ese país levantino para apoyar la lucha contra numerosas formaciones terroristas, muchas de ellas apoyadas, financiadas y entrenadas por potencias occidentales.
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