Allam convocó además a la comunidad internacional a frenar dichas acciones que en su opinión buscan borrar la identidad de ese pueblo.
El jurisconsulto sunita hizo un llamado para aunar voces y esfuerzos contra los ataques de Israel enfilados hacia las tierras palestinas, la mezquita de Al-Aqsa (tercer sitio sagrado del islam), y las tumbas de los compañeros del profeta Mahoma, figura clave de esa religión, reseñó Ahram on line.
De otra parte, advirtió que el gobierno sionista persigue judaizar la ciudad de Jerusalén este, desfigurar sus rasgos y borrar su verdadera identidad en violación de las normativas del derecho y los preceptos de los derechos humanos.
Los trabajos de excavación realizados bajo la mezquita de Al-Aqsa y sus alrededores representan una seria amenaza para el templo, insistió la autoridad islámica egipcia.
Tal casa de culto pertenece al territorio palestino ocupado y está reservada para el rezo de ese pueblo, pero es administrada por Jordania, e Israel controla la seguridad.
Según la tradición musulmana, el profeta Mahoma viajó hasta ese punto en el año 621, y desde allí ascendió a los cielos.
En sucesivos mensajes, la Autoridad Nacional Palestina (ANP) rechazó las invasiones protagonizadas por colonos judíos para realizar rituales talmúdicos dentro de sus predios.
Surgida originalmente como un pequeño espacio para plegarias, fue terminada alrededor del 705 por el califato árabe de los Omeyas.
A lo largo de su historia resultó destruida por varios terremotos y reconstruida nuevamente, la actual edificación data del 1035 y puede acoger a unos cinco mil fieles.
Rodeada de escenarios de relevancia para el cristianismo y también para el judaísmo (como el Muro de las Lamentaciones), es uno de los puntos calientes del conflicto israelo-palestino.
La Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura reconoce que Jerusalén devino espacio sagrado, tanto para musulmanes como para judíos y cristianos, pero al referirse a Al-Aqsa subraya su vínculo exclusivo con el islam.
Este viernes la cancillería de la ANP recabó apoyo del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas para implementar su resolución 2334, que declara ilegal los asentamientos judíos en Cisjordania y pide asimismo el cese de actividades israelíes allí.
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