Arce se dirigió a la nación la víspera en un mensaje a propósito de los días festivos, y convidó a sus conciudadanos a realizar un balance de lo ocurrido durante el 2020, un año caracterizado por la corrupción, el mal manejo de la economía, la represión y persecución política.
‘(…) promovamos la reconciliación y la paz, (…) el dolor, el miedo, y la impotencia que provocó la pandemia nos enseñaron que algo en todos nosotros tiene que cambiar, que hay algo que reflexionar, que no hay tiempo que perder en la reconstrucción de nuestro futuro’, dijo el mandatario citado por la Agencia Boliviana de Información.
Recordó la importancia de las elecciones generales del pasado 18 de octubre, proceso en el que los bolivianos decidieron por el retorno a la estacionalidad y democracia quebradas por el golpe de Estado de noviembre de 2019.
‘Juntos hemos luchado y hemos recuperado la democracia, hemos reconquistado nuestra capacidad de soñar con días mejores para nuestros hijos, hemos enfrentado a la enfermedad con creatividad, con esfuerzo sin recursos y sin Estado porque el gobierno de facto nos privó del derecho al trabajo, a la salud y de los derechos humanos’, recordó el presidente.
El llamado de Arce a la unidad y la reconciliación llegan en un momento en el que Bolivia da pasos concretos para la recuperación económica con el aumento de la inversión pública, en infraestructura, en el sector energético, y la ayuda la pequeña y mediana empresa y a los sectores más vulnerables de la población.
También en el enfrentamiento a la Covid-19 con un plan de vacunación para el primer trimestre de 2021 que beneficiará en un inicio al personal de la salud, personas con enfermedades de base y de la tercera edad; luego llegará al resto de los bolivianos.
La unidad, enfatizó el mandatario, nos muestra que nuestra esencia boliviana es invencible, ‘que podemos encontrarnos heridos pero nuestra cabeza siempre estará erguida, que cuando actuamos unidos somos los dueños de nuestro destino’, aseguró.
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