Nuestros lazos sociales y culturales se remontan a siglos atrás, siguen brillando aún y son demasiado profundos para ser sacudidos por el deseo de conspiradores, declaró Ahmed por medio de un comunicado emitido en idioma árabe.
Según denunció, organizaciones políticas ‘impulsadas por agendas ocultas, planificaron y financiaron el reciente enfrentamiento que tuvo lugar en la zona fronteriza’ entre ambos estados, como parte de una estrategia para causar desavenencia, tensión y enemistad entre Addis Abeba y Jartum.
De esa manera, el premier aludió al choque armado ocurrido hace más de una semana entre fuerzas etíopes y una patrulla militar sudanesa en territorio de Qadarif, una provincia ubicada en el sureste de ese estado de África del Norte.
También apuntó al saqueo de las producciones agrícolas, la destrucción de campamentos y otros actos violentos acaecidos desde octubre último, que amenazan la seguridad de miles de ciudadanos, perjudican la estabilidad social y perturban la dinámica económica de la región.
Seguimos de cerca lo que algunas partes hacen para distorsionar las relaciones únicas, íntimas y de buena vecindad entre Etiopía y Sudán, comentó, aunque no reveló la identidad de los partidos o actores políticos interesados en cumplir ese objetivo.
Tales incidentes no representan en absoluto el deseo de nuestros pueblos y gobiernos, no simbolizan de ninguna manera la amistad duradera de nuestros países, ni tampoco las aspiraciones de desarrollo, prosperidad e integración por las cuales nos esforzamos.
Etíopes y sudaneses, comentó, se apoyaron en tiempos de crisis, trabajan con el propósito de garantizar la seguridad en sus territorios y están en un mismo bote para defender valores comunes en foros regionales e internacionales.
Las autoridades etíopes están decididas a detener los problemas en la frontera y a utilizar la zona como medio para estimular la cooperación socioeconómica, ‘y confían en que el gobierno sudanés hará lo mismo’, subrayó.
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