Preguntado en su diaria conferencia de prensa sobre la reciente coalición de tres partidos de oposición, el mandatario respondió que ‘se trata de algo natural, obvio, pues representan al antiguo régimen de los últimos 40 años, durante los cuales los tres simulaban ser distintos, y ahora se quitan las máscaras, se abrazan y formalmente se agrupan’.
Aseguró que esas organizaciones buscan en las elecciones de junio próximo el regreso de ese régimen antipopular, corrupto y de privilegios, pero es legítimo que lo hagan pues tiene que ver con grupos de intereses económicos creados, y también representantes de un pensamiento conservador que nos ve como comunistas, populistas y paternalistas.
Sin mencionar nombres, el mandatario señaló que al grupo dominante sólo le interesa quitar el dominio del presupuesto al Gobierno y, por extensión, a los pobres, por eso buscan lograr la mayoría en la Cámara de Diputados, cuya facultad exclusiva es aprobar esos recursos.
No soportan, dijo, que haya pensión para adultos mayores, becas para los niños, para los estudiantes pobres, les molesta se lleve a la práctica la atención médica y medicamentos gratuitos, o se siga fortaleciendo la educación pública para que no sea un privilegio sino un derecho.
Todos vienen de un régimen antidemocrático, hicieron fraude y cometieron delitos que ahora se procesan judicialmente, mientras que los opositores ideológicos guardaron silencio de aquellas fechorías e incluso firmaron manifiestos a favor de los fraudes, argumentó.
Ahora, a solo dos años de la transformación, se unen todos para detenerla, lo cual significa que vamos bien. Malo es que no lo hicieran, argumentó. ¿Cuál sería entonces el mensaje si no lo hacen? Que no hay cambios y que todo es más de lo mismo, se respondió.
lma